Cómo evitar que nos afecten los sonidos tan repetitivos
¿Te acuerdas del artículo anterior, donde contábamos por qué el «tic-tac» de un reloj puede volverte loco? Hoy damos un paso más: te traemos soluciones. Porque aunque no siempre podemos controlar el entorno, sí podemos aprender a gestionarlo (¡y a mantener la paz mental intacta!).