Seguro que te ha pasado más de una vez: escuchas una canción por la mañana y… ¡zas! Se queda contigo todo el día. Vas al trabajo, haces la compra, preparas la cena… y ahí sigue, dando vueltas en tu cabeza como si tuviera vida propia. Pero… ¿cómo es que algunas canciones se pegan más que otras?
Bienvenido al fascinante mundo de los «earworms« (literalmente, “gusanos del oído”). Hoy te explicamos por qué sucede esto, qué canciones tienen más posibilidades de quedarse pegadas a tu cerebro… y si hay alguna forma de sacarlas de ahí.
¿Qué es un «earworm»?

Un earworm es cuando una canción (o parte de ella) se repite involuntariamente en tu mente, una y otra vez, sin que tú lo decidas.
No es alucinación, no es magia y no estás perdiendo la cabeza. ¡Le pasa a casi todo el mundo! De hecho, estudios indican que más del 90% de las personas experimentan estos “pegajosos invitados musicales” al menos una vez por semana. Y esto pasa porqué algunas canciones se pegan más que otras.
¿Por qué algunas canciones se pegan tanto?
La ciencia no tiene una única respuesta, pero sí hay algunos factores comunes en las canciones que se convierten en earworms:
- Son simples y repetitivas
Cuanto más fácil es recordar la melodía o la letra, más posibilidades tiene de quedarse contigo.
- Tienen ritmo pegadizo
El cerebro adora los patrones rítmicos. Si una canción tiene un beat fácil de seguir (y de repetir mentalmente), es carne de earworm.
- Líneas melódicas impredecibles
Curiosamente, una pizca de sorpresa también engancha. Cuando una canción tiene pequeños giros o detalles inesperados, tu cerebro se queda atento… ¡y enganchado!
- Tienen una letra que puedes cantar mentalmente
Si puedes tararearla o repetirla internamente, se queda contigo. Más aún si la has escuchado en bucle o la relacionas con alguna emoción.
¿Cuándo se nos “cuela” una canción en la cabeza?
Suele pasar en momentos en los que tu mente está en “modo automático”:
- Cuando estás caminando
- Mientras conduces
- Al ducharte
- O incluso al intentar dormir…
Tu cerebro busca algo que “masticar” mentalmente, y a veces, ¡le da por poner la radio interna!
¿Tiene esto algo que ver con la salud auditiva?

Indirectamente, sí. Cuando perdemos parte de nuestra capacidad auditiva, el cerebro intenta compensar. En algunos casos, los earworms pueden aparecer con más frecuencia, o confundirse con fenómenos como el acúfeno musical (cuando escuchas música que no está sonando realmente, por daño auditivo o neurológico).
Si alguna vez notas que escuchas melodías de forma frecuente sin haberlas oído antes, o si estas sensaciones no desaparecen, es buena idea consultar con un especialista en audición.
Conclusión
Los earworms son una prueba más de lo increíble (y a veces, impredecible) que es nuestro cerebro. No son peligrosos, pero sí muy comunes, y entender cómo funcionan puede ayudarte a lidiar con ellos. Entender porqué algunas canciones se pegan más que otras te puede ayudar.
Eso sí, si te cuesta entender conversaciones, necesitas subir mucho el volumen de la música o sientes que los sonidos ya no son tan claros como antes… puede que sea hora de hacerte una revisión auditiva.
Si crees que tienes problemas de audición, lo más recomendable es consultar a un especialista en audiología. ¡No dudes en pedir tu estudio auditivo GRATIS y tu prueba de audífonos de 1 mes GRATIS en nuestra web!