Existen muchas causas que pueden provocar la pérdida auditiva total y parcial. Entre las más conocidas, podemos mencionar el deterioro por la edad, la exposición a ruidos fuertes o debido a factores hereditarios de nacimiento.
Sin embargo, hay otros peligros a los que nos enfrentamos en nuestro día a día, que también son causantes de la hipoacusia y pueden ser incluso de mayor cuidado, se sabe muy poco de ellos.
Es el caso de un estudio taiwanés publicado por la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública, que concluye que la contaminación del aire puede causar hipoacusia neurosensorial.
Los resultados se obtuvieron a partir de un estudio aplicado a una población de 75.767 participantes, quienes fueron expuestos a niveles bajos, medios y altos de monóxido de carbono (CO) y dióxido de nitrógeno (NO2).
Según la investigación, a mayor exposición de estos dos compuestos químicos que se encuentran en el aire que respiramos, mayor es el riesgo de sufrir pérdida auditiva de tipo neurosensorial.
Las personas que participaron son mayores a 20 años con un antecedente clave en común: ninguno de ellos poseen historial previo de pérdida auditiva neurosensorial.
¿Qué es la pérdida auditiva neurosensorial?
Se manifiesta cuando hay daño en las neuronas del ganglio espiral y en las células ciliadas cocleares, unas células diminutas que se hayan en la parte interna del oído. Estas son las que transmiten el sonido por medio del nervio auditivo hasta llegar al cerebro.
En general, cuando comienzan a fallar, los afectados se dan cuenta cuando empiezan a padecer problemas de comunicación. Por ejemplo, al mantener una conversación en un sitio público en el que hay ruido externo (música a gran volumen u otras conversaciones).
La importancia de la investigación de la contaminación y la pérdida auditiva
El estudio titulado Alto Riesgo de Pérdida Auditiva Neurosensorial como resultado de la Exposición a la Contaminación del Aire señala que un total de 33,1% de los participantes viven en áreas moderadamente urbanizadas, mientras que el 32,5% residen en zonas altamente urbanizadas.
Esto implica que el riesgo es más elevado en las grandes ciudades. Por lo que es importante que los ciudadanos puedan tomar medidas preventivas.
Las mayores concentraciones de CO y NO2 se hayan en lugares donde hay un alto tráfico de automóviles y fábricas, como en las zonas industriales.
Entre los elementos y recursos investigados, utilizaron la base de datos del Seguro Nacional de Salud de Taiwán para relacionar los efectos nocivos para la salud del monóxido de carbono y del dióxido de nitrógeno.
Por tanto, con base a la investigación se puede afirmar que la contaminación del aire representa un nuevo factor de riesgo de la pérdida auditiva neurosensorial.
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